Ciencia, teología y filosofía, desentendidas unas de otras

Despues de haber leido el libro ciencia, razón y fe he aclarado ciertas cosas y llegado a ciertas conclusiones y me gustaria compartirla y si es posible saber su opinión.

La filosofía si bien nos da muchas respuestas, mediante la filosofía y su siguiente nivel la teología sabemos las respuestas a nuestra existencia, sabemos que estamos aqui por Dios y formamos parte de su plan divino, si alguien no esta de acuerdo con esto, recomiendo entonces no seguir leyendo o bien, informarse un poco mas, y leer mas para poder estar de acuerdo con esta simple pero profunda verdad.

Sin embargo es necesario explicar un poco esto, es decir, por medio de la filosofía sabemos que estamos hechos de materia y de espiritú, es decir, tenemos alma, para llegar a esto a partir de la razón se parte del analisis profundode la libertad, la inteligencia, sabiendo que estas emanan de un mundo que va mas alla de lo material, pero la idea de este articulo no es mencionar estos temas, porque asimimos que el lector ya tiene conocimiento de esto.

Uno de los puntos que podemos observar con lo antes dicho es que los puntos  mencionados no son materiales, es decir, la libertad no es algo que se pueda palpar, las ideas, etc.Escapan del plano material y por lo tanto la ciencia  no puede abordarlas, porque si bien sabemos, la ciencia no tiene medios para someter a experimentos el mundo espiritual, un mundo más allá de las cosas materiales.

Entonces la encargada de esto es la filosofía y la teología.

Es aqui donde se comete un gravisimo error, puesto que los filosofos y los teologos, a partir de ese razonamiento ubican a la filosofía y a la teología en un plano superior a la ciencia.Es verdad que la ciencia adopta cuestiones teologicas yfilosoficas para su propia existencia, es decir, al hacer ciencia, al analizar algo, aceptamos que exstimos, que lo que estamos midiendo esta alli, etc., pero no por esto es inferior,

La ciencia, del mismo modo, suele cometer el mismo error, al decir que todo lo que sea verdad, se tiene comprobar, pero si partimos de ese punto, nos metemos en rollos cientificistas,kantianos,postivistas, materialistas, etc.  Despreciando a la filosofía, a la teología y cayendo en ciclo sin salida.

Me gustaria primero abordar ciertas propuestas a la filosofía y a los filosofos.

La ciencia no es su competencia, la ciencia  y todo lo que de ella deriva primero que nada acepta verdades filosóficas, y al haberlo hecho, busca como la naturaleza humana, saciar su sed de conocimientos, busca explicar detalladamente a nuestra realidad y llegar a la verdad, verdad que nos hace comprender mas a nuestro Dios, que nos hace participes de su existencia, y nos llena de su gracia, al sabernos orgullosos que comprendemos aunque sea un poquito a Dios.

Es fácil decir la nube existe porque es nube, y esta allí, es fácil, ciertamente surgen preguntas como,y si no esta?? y si no es verdad, etc, etc. pero al final de cuentas esta alli

Sin embargo ok, la nube esta, ya lo aceptamos, pero la ciencia lo que busca es:   porque esta??, cómo es su composición??, que factores influyeron??, porque flota??,es por sus propiedades?? como flota??entender a la nube de una forma mas profunda, eso es lo que busca la ciencia, busca saber un poco mas de la nube, comprenderla,pero es no quiere decir que desprecie a la filosofía, si no que, hace un intento de comprender a la naturaleza y por tanto a nuestro Dios.

Y a la ciencia lo que puedo decirle, es que acepten que hay ciertos temas que escapan a su realidad, por ejemplo, jamás le podrás decir a un filosofo que te compruebe matematicamente x teorema, porque obviamente no va a saber, no es su campo de acción, igual para la ciencia, jámas podrá definir el concepto de idea, o demostrar matematicamente o de cualquier otra forma la existencia de la ideas, por citar ejemplos solamente.

Comprendamos que ciencia, teología y filosofía se complementan, y necesitan unas de otras, todas son igual de importantes porque buscan llegar a Dios.

1            2           3        4<—– En filosofía estos son números,porque los vemos, porque hacemos un proceso de

abstracción y nuestro cerebro interpreta que son números, etc. en fin jamás acabaria

0001 0010 0011 0100 <– En la ciencia sabemos que los números arriba escritos(1,2,3,4)

la computadora los lee asi,en código binario porque comprendemos que la arquitectura de

la computadora solo trabaja atraves de variaciónes de voltaje en 0 y 1.

Si analizaramos a fondo cientificamente y filosficamente el ejemplo anterior  llegariamos a varias conclusiones que nos permitirian comprender mejor un simple planteamiento, y alli nos dariamos cuenta que las dos corrientes se complementan y se fusionan en una para llegar a una verdad.

Tesla Roadster

Tesla finalmente ha tirado del velo que cubría a su Roadster, un vehículo muy especial, totalmente eléctrico pero con aspecto, comportamiento y prestaciones de deportivo. La principal diferencia del Roadster con respecto a sus rivales a gasolina la encontramos en su nariz, donde se encuentra un motor de inducción AC gracias al cual alcanza una velocidad de unos 210 kilómetros por hora y un 0 a 100 cercano a los 4 segundos, todo ello de forma totalmente silenciosa.

Sebastian Blanco, nuestro compañero de Autoblog Green (en inglés) ha tenido la oportunidad de asistir a su puesta de largo, celebrada en un hangar de Santa Mónica, California. La experiencia en sus propias palabras:

No conduzco muchos deportivos, y ciertamente nunca he estado en uno capaz de zumbar sobre el asfalto de un aeropuerto con poco más de un silbido. Pero esta noche di una vuelta rápida en el Roadster y todo lo que pude oír desde el asiento del acompañante (ni siquiera el gobernador Schwarzenegger, que voló para echar un rápido vistazo al automóvil, tenía permiso para conducirlo) era el ruido del viento. Y a mi mismo diciendo «guau».

El Roadster tiene un centro de gravedad muy bajo, y es suave en todos los aspectos posibles. Pero no es solo un automóvil deportivo, es automóvil verde. Su nivel de emisiones es inexistente. Claro, que tampoco tiene tubo de escape. Y por si esto fuera poco, Tesla Motors está trabajando para proporcionar a los compradores con un panel fotovoltaico con el que cargar sus Roadsters.

VÍDEO (MP4, en inglés)

Más fotos y datos a continuación.

La presentación de esta noche también fue una invitación para adquirir el Roadster cuando se ponga a la venta a mediados de 2007 por entre 80.000 y 120.000 dólares (63.442 y 95.156 euros), y varias personas cumplimentaron sus reservas in situ. La compañía ofrecerá los primeros 100 Roadsters en forma de modelos Signature, una edición especial con la que los clientes ayudarán a pagar los costes de I+D de los futuros vehículos de la compañía. El evento fue arropado por rostros conocidos, muchos de ellos procedentes en buena parte de la industria cinematográfica. Al ya mencionado gobernador de California Arnold Schwarzenegger se sumaron los actores Ed Begley Jr. y Bradley Whitford, el productor Richard Donner y conocidos empresarios, como Elon Musk (fundador de PayPal y CEO de Tesla Motors) y Jeffrey Skoll (ex-presidente de eBay).

Tesla Motors espera que el lanzamiento del primer deportivo eléctrico comercial suponga el comienzo de un revulsivo en los hábitos de conducción de los Estados Unidos, propiciando un cambio de rumbo en la industria y los consumidores hacia un futuro más limpio. Para cuando se ponga a la venta, el Roadster contará con las certificaciones de seguridad pertinentes y el equipamiento esperable en esta clase de deportivos de corte minimalista (GPS y airbags, al menos). No hay datos sobre su posible (o imposible) disponibilidad fuera de Estados Unidos, aunque Lotus se encargará de parte de su producción en sus instalaciones del Reino Unido (recordemos que también se han encargado de buena parte de su diseño).


Algunas de sus características técnicas:

Motor

  • De inducción, AC, de tres polos y cuatro fases
  • 13.500 rpm (máximo)
  • Potencia máxima total: 185 kW
  • Par motor máximo/Torque: 244 Nm/180 libras-pie
  • Velocidad máxima: Más de 209 por hora (130 mph)
  • Frenada regenerativa
  • Alimentado con paquetes de baterías de litio-ión (se cargan en tres horas y media)

Prestaciones

  • 0-100 km/h: unos 4 segundos
  • 0-161 km/h (100 mph): menos de 11 segundos
  • Autonomía: 321-402 km por carga (estimada)
  • Sistema de carga doméstico (EVSE) con sistemas de seguridad


Transmisión
:

  • 2 marchas delanteras + trasera (invirtiendo el motor)


Exterior
:

  • Carrocería de fibra de carbono
  • Luces delanteras de diseño único, con iluminación HID para cortas distancias y halógena para largas
  • Pilotos traseros, luces de posición e intermitentes LED
  • Largo: 3.946 mm

Los astronautas chinos regresan a Tierra

PEKÍN (Reuters) — Tres astronautas chinos regresaron a salvo el domingo a la Tierra luego de un viaje de 68 horas que incluyó una «monumental» caminata espacial, destinada a mostrar los avances tecnológicos de su país y que fue considerada como una importante victoria por sus líderes.

Su «nave sagrada» aterrizó en el norte de la región de Mongolia, y los médicos se apresuraron a abrir la cápsula para examinar a los hombres, mientras se ajustaban a la gravedad de la Tierra y se recuperaban de su aterrizaje.

El astronauta chino Zhai Zhigang fue el primero en emerger de la nave y se le recibió entre aplausos y con un ramo de flores. Afirmó que estaba «orgulloso de su madre patria» luego de completar la misión.

El primer ministro chino, Wen Jiabao dijo a la misión de control que los tres hombres eran héroes por sus esfuerzos, que colocaron al país dentro del exclusivo grupo de tres naciones que ha logrado realizar una caminata espacial.

«El éxito del Shenzhou VII es un gran paso adelante para la tecnología espacial de China», señaló, agregando que los esfuerzos de su país se centran únicamente en la ciencia.

«Los chinos han buscado sin cesar el desarrollo pacífico y el uso de la tecnología espacial», dijo.

El rápido avance de China en materia espacial ha inquietado a Occidente y a Japón, ya que consideran la posibilidad de que pueda tener ambiciones mayores en el espacio, especialmente tras realizar el año pasado una prueba de misiles antisatelitales.

Su exitosa caminata espacial en un traje de 4.4 millones de dólares diseñado en su país corona un año en el que China organizó los Juegos Olímpicos de Pekín y debió enfrentar un devastador terremoto en Sichuan.

La capacidad de realizar caminatas espaciales es clave para la meta de largo plazo de ensamblar un laboratorio espacial y luego una estación orbital más grande, y quizás un día, llegar a la luna.

Héroes nacionales

Desde las cosmopolitas Pekín y Shanghai a pequeñas aldeas rurales, la misión de los astronautas fue seguida por televisión por una cautivada población, con millones de personas estancadas a las transmisiones en vivo del despegue, la caminata y el aterrizaje.

El trío de astronautas puede esperar una bienvenida de héroes por parte de todo el país una vez que se recuperen del viaje y se les permita abandonar su cuarentena, que según la agencia Xinhua tendrá vigencia hasta mediados del mes.

La potencia asiática de rápido crecimiento quiere asegurarse de que tendrá algo que decir en el futuro uso del espacio y sus recursos, y su programa espacial ha avanzado mucho desde que el difunto líder Mao Zedong se lamentó de que China ni siquiera pudiese enviar una papa al espacio.

Fue la tercera misión tripulada de China. Su primer vuelo espacial tripulado fue en el 2003, seguido de una misión de dos hombres en el 2005. Los únicos otros países que han enviado gente al espacio por sus propios medios son Rusia y Estados Unidos.

La misión es también un gran éxito para el Partido Comunista de China, que el próximo año celebra su aniversario número 60 desde que llegó al poder.

Comienza con éxito el experimento del siglo

El LHC lleva en construcción unos 13 años.

Los científicos del Consejo Europeo para la Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en francés) iniciaron con éxito el experimento de física más poderoso del mundo bajo los Alpes.

Los ingenieros hicieron circular los primeros rayos de partículas subatómicas alrededor de un túnel subterráneo de 27 kilómetros que contiene el Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés).

Hasta el momento se han lanzado dos rayos, que fueron impulsando los protones alrededor del acelerador. El primero -lanzando en el sentido de las agujas del reloj- completó el recorrido de túnel subterráneo a las 8:30GMT.

El segundo rayo, emitido en dirección contraria, completó el recorrido a las 13:00 GMT.

«Hoy es un día histórico, después de 20 años de trabajo y esfuerzo de miles de científicos de todo mundo», le dijo a la prensa el director general del CERN, Robert Aymar.

«Por primera vez se ha conseguido que el acelerador aceptara las partículas y que éstas circularan», agregó.

Este no es el primer colisionador de átomos que se construye en el mundo, pero sí el más veloz y potente. Su construcción costó cerca de US$10.000 millones.

Big Bang

En las próximas semanas, el LHC acelerará dos haces de protones -pequeñísimas partículas subatómicas- en sentidos opuestos, a velocidades extremadamente rápidas, (hasta más de 99,9% de la velocidad de la luz).

Esto significa que los protones que correrán a lo largo del túnel podrán llegar a dar hasta 11.000 vueltas por segundo.

Y el choque de estas partículas recreará las condiciones en que se encontraba el universo fracciones de segundo después del Big Bang, hace más de 13.000 millones de años.

«Podremos ver dentro de la masa de una forma más profunda que antes», explicó antes de que se iniciara el experimento la doctora Tara Shears, física de la Universidad de Liverpool.

«Seremos capaces de ver de qué estaba hecho el Universo una mil millonésima parte de segundo después del Big Bang. Eso es sorprendente y fantástico

CERN y su acelerador de particulas

Los cientificos esperan recrear las condiciones del universo tras el Big Bang.

Algunos creen que el mundo podría acabarse el próximo miércoles, que todos seremos destruidos por la creación accidental de un agujero negro.

Son temores infundados, dicen los expertos. Lo único cierto es que el próximo miércoles se iniciará el mayor y más caro experimento científico que se ha llevado a cabo.

Se trata del Gran Colisionador de Hadrones (LHC en sus siglas en inglés), el mayor y más potente acelerador de partículas que se ha construido en el mundo.

El proyecto, de la Organización Europea de Investigación Nuclear (CERN), es un túnel de 27 kilómetros de circunferencia ubicado entre Francia y Suiza a una profundidad de entre 50 y 150 metros.

El objetivo, afirman los investigadores, es comprender mejor el universo.

Colisiones

Las particulas viajarán a la velocidad de la luz por el túnel de 27 kilómetros.

El LHC acelerará dos haces de protones -pequeñísimas partículas subatómicas- en sentidos opuestos, a velocidades extremadamente rápidas, (hasta más de 99,9% de la velocidad de la luz).

Esto significa que los protones que correrán a lo largo del túnel podrán llegar a dar hasta 11.000 vueltas por segundo.

Y el choque de estas partículas recreará las condiciones en que se encontraba el universo fracciones de segundo después del Big Bang, hace más de 13.000 millones de años.

Este no es el primer colisionador de átomos que se construye, pero sí es el más veloz y el más potente.

En cuatro puntos a lo largo del túnel, el LHC contiene unos enormes instrumentos (detectores de partículas) que actuarán como microscopios subatómicos.

En éstos, llamados Alice, CMS, LHCb, y Atlas, se analizarán las colisiones y las cascadas de nuevas partículas que se crearán.

La idea, dicen los físicos del CERN, es entender las fuerzas fundamentales de la naturaleza y las partículas subatómicas que componen toda la materia.

Y es que, tal como explican los físicos del CERN, para entender de qué están hechas las cosas y las fuerzas que las mantienen juntas es necesario descomponer los constituyentes subatómicos de la materia.

Pero además los científicos esperan resolver algunos de los mayores problemas de la física.

Por ejemplo ¿de qué está formada la materia oscura?, ¿por qué no hay antimateria? ¿existen otras dimensiones y universos paralelos o se trata sólo de ciencia ficción?

Temores

Si se produjera un agujero negro seria microscópico y se evaporaria pronto.

Algunos han sugerido que estas colisiones y la energía involucrada en el experimento podrían crear «mini» agujeros negros que pondrían en riesgo al planeta.

Los científicos del CERN concluyeron en un informe publicado en agosto pasado que «no hay ningún riesgo concebible».

Tal como señala el doctor Brian Cox, físico del CERN, «el LHC no tiene en absoluto ninguna posibilidad de destruir nada más grande que unos cuantos protones».

«Y esta afirmación no está basada en supuestos teóricos», agrega.

Cualquier experimento científico, desde genética hasta física de partículas, debe ser sujeto a escrutinios rigurosos para asegurarse de que no se producirán resultados peligrosos.

El informe del CERN, comisionado por los gobiernos que participan en el proyecto, afirma que «durante los pasados miles de millones de años la naturaleza ya ha generado en la Tierra colisiones equivalentes a un millón de experimentos como los del LHC».

«Y nuestro planeta todavía existe», agrega el documento.

«No hay bases para preocuparse sobre las consecuencias de las nuevas partículas o formas de materia que podrían producirse en el LHC».

Aunque los autores confirman que en el colisionador podrían crearse agujeros negros «microscópicos», éstos tendrían una vida muy corta.

Tal como señala el profesor Cox «estos pequeños agujeros negros no serían nada parecidos a los que se crean cuando las estrellas se colapsan».

«Los mini agujeros se evaporarían muy pronto e incluso, si no ocurre así, serían tan pequeños que sería imposible que la materia se acercara tanto a ellos como para poder ser aspirada», agrega.

El proyecto ha tomado 20 años de preparación, ha costado US$10.000 millones y en éste han participado unos 10.000 científicos de 70 países.

Según los expertos «es la mayor aventura de la ciencia desde el alunizaje de las naves Apolo».

«Y promete una nueva era en nuestro entendimiento del universo en que vivimos».

Delfines aprenden a caminar

Un grupo de delfines de Australia ha dejado boquiabiertos a los científicos con su comportamiento.

Aparentemente, un delfín salvaje les está enseñando a otros miembros de su grupo a caminar sobre sus colas, un comportamiento que sólo se suele ver en estos animales después de haber sido entrenados en cautiverio.

El grupo vive en la costa sur de Australia, cerca de la ciudad de Adelaida.

Hace 20 años, uno de los delfines estuvo enfermo y pasó un corto tiempo en un acuario, donde probablemente aprendió el truco.

Los científicos que estudian el grupo dicen que es la primera vez que se observa este tipo de comportamiento e indican que el hábito podría convertirse en una forma de «cultura» entre sus miembros.

«No tenemos ni la más remota idea de por qué lo hacen», le dijo a la BBC Mike Bossley, de la Sociedad para la Conservación de Ballenas y Delfines (WDCS, por sus siglas en inglés), uno de los científicos que han estado estudiando el grupo en el estuario de Port River.

«Estamos haciendo observaciones sistemáticas para determinar si hay algo que pueda desencadenar este comportamiento, pero hasta ahora no hemos encontrado nada», añadió.

«Cultura»

En la década de 1980, Billie, una de las hembras del grupo, pasó varias semanas en un delfinario local, recuperándose de malnutrición y enfermedad, tras haber quedado atrapada en la esclusa de un puerto deportivo.

Aunque no recibió entrenamiento, pudo haber visto a otros delfines caminando sobre la cola.

Ahora, otras hembras han adquirido el hábito y, como se trata de algo tan inusual, la deducción obvia es que lo aprendieron de Billie.

«Esto indica que aprenden unos de otros, lo que realmente no es una sorpresa, pero también parece que exhiben elementos de lo que en los seres humanos podríamos llamar un ‘comportamiento cultural'», dijo Bossley.

«Son cosas que los grupos desarrollan y que se transmiten entre los individuos, hasta convertirse en algo que define al grupo, como el idioma o el baile, y parecería que entre los delfines de Port River estemos presenciando una cultura incipiente de caminar sobre la cola», le explicó el científico a la BBC.

La transmisión «cultural» de ideas y conocimientos ha sido documentada en los simios, y también se sabe que algunos delfines que viven cerca de la costa occidental de Australia les enseñan a sus crías a recolectar alimentos con la ayuda de esponjas.

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historia de la mecatronica

Historia de la Mecatrónica


La «MECATRONICA» nace a causa de la revolucion industrial, que tuvo como consecuencia la creacion de maquinas para el aumento en la calidad y cantidad de productos de uso ,o, consumo masivo, luego a mediados de los años cuarenta del siglo pasado la llamada asi segunda revolucion industrial que tuvo como caracteristica relevante la creacion del transistor semiconductor y la miniaturizacion de los componentes electronicos acoplados en circuitos integrados, dio origen al computador digital, este inveto cambio totalmente el pensamiento de la sociedad y de la industria. En medio de estas dos epocas, los paises que emplearon, pero en especial que produjeron estas nuevas tecnologias se pusieron a la cabeza o a la vanguardia de la sociedad.
Pero el termino como tal fue acuñado en Japon a principios de los ochenta´s y comenzo a ser usado en Europa y USA un poco despues hoy en dia la mecatronica es un termino que une distintas tegnologias «mecanica, electronica,programacion de computadores ,etc», todo esto para crear un nuevo ambiente de

La Mecatrónica surge la combinación sinérgica de distintas ramas de la Ingeniería, entre las que destacan: la Mecánica de precisión, la Electrónica, La Informática y los Sistemas de Control. Su principal propósito es el análisis y diseño de productos y de procesos de manufactura automatizados.

El término «Meca trónica» fue introducido por primera vez en 1969 por el Ingeniero Tetsuro Mori, trabajador de la empresa japonesa Yaskawa. En un principio se definió como la integración de la mecánica y la electrónica en una máquina o producto, pero luego se consolidó como una especialidad de la ingeniería e incorporó otros elementos como los sistemas de computación, los desarrollos de la microelectrónica, la inteligencia artificial, la teoría de control y otros relacionados con la informática.
La definición de mecatrónica propuesta por J.A. Rietdijk: «Mecatrónica es la combinación sinérgica de la ingeniería mecánica de precisión, de la electrónica, del control automático y de los sistemas para el diseño de productos y procesos».

Sistema Mecatrónico

Un sistema mecatrónico es aquel que recoge señales, las procesa generando fuerzas y movimientos. Los sistemas mecánicos son entonces extendidos e integrados con sensores, microprocesadores y controladores. Los robots, las máquinas controladas digitalmente, los vehículos guiados automáticamente,etc. pueden considerarse como sistemas mecatrónicos.

Mecánica de precisión

Al pleno desarrollo tecnológico de nuevos procesos de mecanizado mediante ordenadores (CNC) o procesos electróquimicos tales como electroerosión ha promovido el despegue de lo que se considera mecánica de precisión también conocido como mecatrónica.
El proceso de la mecánica de precisión lo conforman la interacción de la mecánica con la óptica,la electrónica la informática y los sistemas de control.
La mecánica de precisión se encarga de la fabricación de componentes que son usados de forma masiva por las telecomunicaciones, microsistemas, instrumentos de medida, aparatos ópticos, ordenadores, industria aeroespacial, etc.
Mecatrónica es un término que fue acuñado por el ingeniero japonés Tetsuro Mori que trabajaba en la empresa Yaskawa y tiene como objetivo lograr que la tecnología mecánica incorpore, integrándola la tecnología electrónica y la informática necesaria para aumentar la productividad, la intercambiabilidad , la precisión y la versatilidad en la fabricación proporcionando mejores productos, procesos y sistemas.

La mecatrónica enfatiza la necesidad de integración y de una interacción intensiva entre diferentes áreas de la ingeniería.
La definición de mecatrónica propuesta por J.A. Rietdijk: «Mecatrónica es la combinación sinérgica de la ingeniería mecánica de precisión, de la electrónica, del control automático y de los sistemas para el diseño de productos y procesos».
Un sistema mecatrónico típico recoge señales, las procesa y, como salida, genera fuerzas y movimientos. Los sistemas mecánicos son entonces extendidos e integrados con sensores, microprocesadores y controladores. Los robots, las máquinas controladas digitalmente, los vehículos guiados automáticamente, las cámaras electrónicas, las máquinas de telefax y las fotocopiadoras pueden considerarse como productos mecatrónicos.
La Mecatronica es un concepto desarrollado por una firma japonesa fabricante de robots, hace más de 15 años. En un principio, se definió como la integración de la mecánica y la electrónica en una máquina o producto, pero luego se consolidó como una especialidad de la ingeniería e incorporó otros elementos como los sistemas de computación, los desarrollos de la microelectrónica, la inteligencia artificial, la teoría de control y otros relacionados con la informática.

Los productos hechos con ingeniería mecatrónica poseen mecanismos de alta precisión; son controlados por dispositivos electrónicos reprogramables, para que funcionen en diferentes condiciones; hacen uso óptimo de los materiales y energía que consumen; los diseños son más estéticos y ergonómicos y tienen lo que se podría llamar una relación inteligente con el medio ambiente.

Desarrollos significativos de la mecánica de precisión

  • Control numérico de maquinas herramientas.

La operación y control de las ya clásicas maquinas herramientas mediante instrucciones dadas a la máquina mediante un ordenador asociado a la misma .

  • Robótica

Arel Capek puso en circulación en el año 1920 la palabra «robot», mediante la cual designaba a los «trabajadores mecánicos» capaces de realizar cualquier trabajo físico o mental.
Se denominan robots a los elementos que son capaces de realizar cualquier trabajo físico o mental estando asistidos por un programa de ordenador Técnicamente, existe un primer nivel de robots, diseñados para ejecutar respectivamente una secuencia de operaciones mecánicas controladas por un programa. Básicamente son brazos o manipuladores mecánicos, poco estáticos, que realizan con precisión e incansablemente tareas como la soldadura de piezas, colocación de pernos, pintura de carrocerías u operaciones mas peligrosas como alimentación de hornos y de prensas de forjar.

  • Robots cibernéticos

En un segundo nivel, los robots poseen importantes dispositivos adicionales, particularmente «ojos» constituidos por cámaras de televisión. A través de ellas, el robot toma del medio ambiente un difuso patrón de luces, sombras y colores y alimenta a una computadora. Esta realiza un análisis de escenas y registra así en su memoria los objetos que lo rodean. A partir de esa información, el robot guiado por la inteligencia artificial instrumentada en la computadora planifica su actividad, generando y comparando secuencias de operaciones y eligiendo aquella que ejecutara para cumplir con el objetivo de trabajo ordenado. Se trata de auténticos ingenios cibernéticos, cuyo funcionamiento está automáticamente controlado y ajustado en función de las variaciones del entorno, aplicando para ello, en el mundo de la tecnología, el principio de realimentación de la información. Este segundo y mas avanzado nivel de robots tiene, respecto del primero, una importantísima propiedad: la versatilidad.

La particula de Dios(el experimento de los 600 millones de dolares)

Documental que trata sobre el CERN y su Gran Colisionador de Hadrones (LHC) en la que está siendo noticia actualmente, ya que a principios de Agosto de 2008 encenderán el acelerador, para investigar las primeras billonésimas de segundo en el inicio del Universo, pero también está siendo criticado por su peligrosidad.Pues como nos tiene acostumbrado la BBC en su serie científica Horizon, con capítulo “El experimento de los seis mil millones de dólares”, profundizará en este tema, sobre el papel de la ivestigación en el CERN y su LHC, donde los científicos como Dr. Cox, nos explicará con detalles la naturaleza de este experimento, y que otros grandes investigadores, están volcados en este inmenso proyecto que ha costado casi seis mil millones de Euros, cuyo túnel circular de 25 kilómetros situado en las fronteras de Ginegra.Y Canal ianuaStella quiere mostraros lo que se cuece en ese inmenso recinto científico, para mostrar la verdadera naturaleza de este proyecto que podría darnos las grandes preguntas de la ciencia… ¿Qué hubo en el inicio del Universo? ¿Veremos las otras dimensiones espaciales que nos es invible ahora mismo? ¿Rasgaremos universos paralelos? ¿se descubrirá las partículas fudamentales “ocultas” que dará la explicación de la naturaleza del cosmos?… y otras grandes preguntas.

Cuando le pregunté a Peter Jenni sobre la importancia del LHC, dijo: “La humanidad es distinta de una colonia de hormigas. Tenemos curiosidad intelectual; necesitamos entender los mecanismos de la vida y del universo“. Y cualquiera que piense que estas máquinas son artilugios sin alma debería escuchar a Richard Jacobsson. El LHC reemplazará a un detector de partículas con el que él trabajó durante una década. Llegó a conocer cada centímentro de ese instrumento. Entendía sus estados de ánimo y su temperamento. El día que los ingenieros llegaron a desmontarlo, Jacobsson estaba abrumado de emoción. “Se me salían las lágrimas –dice–. Cuando cortaron los cables, pensé que le saldría sangre“. Ahora hay vidas enteras que giran alrededor de la nueva máquina, con la que los físicos han soñado desde los años ochenta. Muchas personas en el CERN esperan obtener algo más que respuestas, les gustaría develar nuevos misterios. John Ellis confesó que ni siquiera le importaría que el LHC no encontrara un Higgs: “A muchos de los teóricos nos parecería mucho más interesante ese fracaso que hallar otra aburrida partícula que algún teórico predijo hace 45 años”.

Los nuevos misterios parecen una apuesta segura. Después de todo, el universo no parecer estar construido a conveniencia de nuestras investigaciones. Somos unas grandes y descuidadas criaturas de carne y hueso que ni siquiera hemos hecho un buen censo de las especies de bacterias que habitan nuestro cuerpo. Un día le pregunté a George Smoot, un físico galardonado con el premio Nobel, si pensaba que nuestras preguntas más básicas algún día serían resueltas. Me dijo: “Depende de cómo me sienta cada día, pero cuando voy al trabajo siempre estoy apostando a que el universo es simple, simétrico y estéticamente agradable, un universo que nosotros los humanos, con nuestra perspectiva limitada, algún día entenderemos”.

En el corazón de la materia

Si caváramos un hoyo de 100 metros de profundidad nos toparíamos con un escenario digno de las guaridas subterráneas de los villanos de James Bond. Un túnel de tres metros de diámetro, con alumbrado chillón, desaparece en la distancia describiendo una curva, y se interrumpe cada pocos kilómetros por recintos de gran altura, repletos de pesadas estructuras de acero, cables, tuberías, imanes, alambres, ductos, pasarelas y artefactos enigmáticos.

Todo este inframundo tecnológico es un enorme instrumento científico, específicamente un acelerador de partículas: la cerbatana atómica más poderosa jamás construida. Llamado el Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés), su propósito es simple pero ambicioso: descifrar el código del mundo físico, descubrir de qué está hecho el universo; es decir, llegar al verdadero fondo de las cosas.

En algún momento de los próximos meses, dos haces de partículas correrán en direcciones opuestas por el túnel, que forma un anillo subterráneo con una circunferencia de unos veintisiete kilómetros. Las partículas serán guiadas por más de mil imanes cilíndricos superenfriados, unidos como una tira de salchichas. Los haces convergerán en cuatro sitios y las partículas chocarán unas contra otras a velocidades muy cercanas a la de la luz. Si todo sale bien, los violentos choques transformarán la materia en grandes estallidos de energía, que a su vez se condensarán formando varios tipos de partículas fascinantes, algunas nunca antes vistas. Esa es la esencia de la física de partículas experimental: estrellar unas cosas contra otras, y ver qué otras surgen.

Todos esos montones de equipo distribuidos a través del túnel se encargarán de analizar lo que resulte de las colisiones. El más grande, ATLAS (Aparato Toroidal del LHC), tiene un detector de siete pisos de altura. El de mayor peso, CMS (Solenoide de Muones Compacto), pesa más que la Torre Eiffel. “Para buscar lo más pequeño, lo más grande es mejor”, podría ser el lema de la Organización Europea para la Investigación Nuclear, mejor conocida por su acrónimo CERN, el laboratorio internacional que aloja al LHC.

Suena peligroso y, de hecho, lo es. Fue una medida prudente construir el LHC en un túnel. El haz de partículas podría agujerar prácticamente cualquier cosa, aunque la víctima más probable sea el aparato mismo. De hecho, ya ocurrió un desastre menor: un imán se zafó de su soporte durante una prueba en marzo de 2007. Desde entonces, se han tenido que modificar 24 imanes para arreglar esta falla en el diseño. Los encargados del LHC no están precisamente ansiosos por hablar de todo aquello que podría salir mal, quizá porque el público tiende a pensar que unos científicos locos podrían crear accidentalmente un hoyo negro que se trague a la Tierra.

Pero, entre los temores, el más factible es que el colisionador no logre encontrar aquellas cosas que según los físicos se ocultan en el sustrato profundo de la realidad. Una máquina tan grande debe producir ciencia en grande, grandes respuestas; algo que genere no sólo titulares en la prensa, sino también algunas partículas interesantes. Pero incluso un esfuerzo de tal magnitud no va a responder todas las preguntas importantes sobre la materia y la energía. Es imposible. Esto se debe a que la física de partículas nos ha enseñado una verdad esencial: la realidad no revela sus secretos fácilmente. En otras palabras, el universo es un hueso duro de roer.

Regresemos poco más de un siglo, hacia el final del XIX, y echemos un vistazo a la física del momento: una ciencia madura y muy complaciente. Había quienes creían que ya sólo faltaba limarle unas cuantas asperezas al plan de la naturaleza. Las cosas tenían un orden razonable, un universo lógico regido por las fuerzas newtonianas, donde los átomos eran la base de la materia. Los átomos eran indivisibles por definición —la palabra átomo se deriva del término griego para “indivisible”—. Pero entonces empezaron a aparecer cosas extrañas en los laboratorios: rayos X, rayos gamma, un fenómeno misterioso llamado radiactividad… El físico J. J. Thomson descubrió el electrón. Resultó que, después de todo, los átomos no eran indivisibles, sino que se componían de partes más pequeñas. ¿Era el átomo, como creía Thomson, un pudín con electrones incrustados como pasas? No. En 1911, el físico Ernest Rutherford anunció que los átomos son, en su mayor parte, espacio vacío, con la masa concentrada en un núcleo diminuto orbitado por electrones. La física sufrió una revolución tras otra. La teoría de la relatividad especial (1905) de Einstein engendró la teoría de la relatividad general (1915), y de repente incluso conceptos tan confiables como los del espacio y el tiempo absolutos se descartaron en favor del alucinante tejido del espacio-tiempo, donde nunca puede decirse que dos eventos sean simultáneos. La materia distorsiona el espacio; el espacio dicta cómo se mueve la materia. La luz es a la vez partícula y onda. La energía y la masa son intercambiables. La realidad es probabilística y no determinista. Einstein no creía que Dios juega a los dados con el universo, pero eso se volvió la ortodoxia científica. Para principios de la década de 1930, Ernest Lawrence ya había inventado el primer acelerador de partículas circular, el “ciclotrón”. Cabía en la palma de su mano.

Hoy en día el gobierno de Estados Unidos de América tiene un acelerador oculto bajo varios kilómetros cuadrados de altos pastizales y de una pequeña manada de búfalos, en las instalaciones del Fermilab, al oeste de Chicago. Al conducir por la carretera Junípero Serra, cerca de Palo Alto, California, uno pasa directamente sobre un acelerador lineal que mide tres kilómetros. El LHC cruza la frontera entre dos países. Todavía hay físicos que hacen física de escritorio –tratan de obtener grandes respuestas por medios modestos–, pero ciertamente se necesitan dispositivos enormes, poderosos y energéticos para desentrañar el tejido de la realidad.

Hoy sabemos cosas que Einstein, Rutherford, Max Planck, Niels Bohr, Werner Heisenberg y el resto de los grandes físicos de hace un siglo no se hubieran imaginado. Pero no estamos para nada cerca de una teoría final sobre la realidad física. Las móleculas están hechas de átomos; los átomos de partículas llamadas protones, neutrones y electrones; los protones y neutrones (los “hadrones” que dan su nombre al colisionador) de unas cosas raras llamadas quarks y gluones, pero aquí ya entramos en una zona difusa. ¿Acaso los quarks son partículas elementales, o están hechos de algo aún más pequeño? A los electrones se les considera elementales, pero uno no se jugaría la vida por ello. Aun así, los físicos teóricos ansían la simplicidad. Les gustaría tener un modelo de la realidad en el que todo encajara a la perfección. Su modelo estándar, desarrollado en las décadas de los sesenta y setenta del siglo XX, se considera poco manejable, como un artilugio con demasiados cabos sueltos, protuberancias y piezas dispersas. Incluye 57 partículas elementales, y muchos de los números que describen la interacción entre las partículas no tienen pies ni cabeza.

“Teníamos una teoría que empezó siendo muy hermosa y elegante –dice Joe Lykken, un teórico del Fermilab–, pero entonces alguien se metió con ella y la volvió horrenda”. El modelo estándar no es capaz de explicar varios de los grandes misterios del universo cuyas raíces están en el diminuto mundo de las partículas y las fuerzas. Si algún concepto verdaderamente extraordinario surgió de las investigaciones realizadas a lo largo del siglo pasado, es que el cosmos que hoy vemos fue alguna vez más pequeño que un átomo. Esta es la razón por la que los físicos de partículas hablan sobre cosmología y los cosmólogos sobre física de partículas: nuestra existencia y nuestro universo entero surgieron de eventos que ocurrieron en la escala más pequeña imaginable. La teoría del Big Bang nos dice que, en cierto momento, el universo conocido carecía por completo de dimensiones: ni arriba ni abajo, ni izquierda ni derecha, ni paso del tiempo, y se regía por leyes de la física más allá de nuestra comprensión.

¿Cómo es que un universo infinitamente denso se transformó en uno vasto y espacioso? ¿Y cómo se llenó de materia? En teoría, al expandirse el universo en sus inicios, la energía debió haberse condensado en cantidades iguales de materia y antimateria, aniquilándose entre sí al ponerse en contacto, y todo habría vuelto a ser energía pura. En teoría, el universo debería estar vacío. Pero está lleno de estrellas y planetas, encantadores pueblos franceses y todo lo demás. Los experimentos del LHC podrían ayudar a los físicos a entender cómo tuvimos la buena suerte de que el universo creciera con un poco más de materia que de antimateria.

¿Y qué hay del acertijo de la materia oscura? El escrutinio del movimiento de galaxias lejanas indica que están sujetas a más gravedad de lo que corresponde a su materia visible. Debe haber alguna materia exótica escondida en la mezcla. Una teoría llamada supersimetría podría explicarlo; plantea que en los inicios del universo cada partícula elemental tenía una contraparte mucho más masiva. El electrón pudo tener un robusto compañero al que los físicos se refieren como selectrón. El muón pudo tener al smuón. El quark al squark… Muchos de esos compañeros supersimétricos habrían sido inestables, pero un tipo de ellos pudo haber sido lo suficientemente estable como para sobrevivir desde el principio de los tiempos. Y esas partículas podrían estar atravesando nuestro cuerpo en este mismo instante, sin interactuar con la carne y los huesos. Podrían ser materia oscura.

Al estrellar pedazos de materia, que producen energías y temperaturas que no han existido desde los primeros momentos del universo, el LHC podría revelar las partículas y las fuerzas que escribieron las reglas de todo lo que siguió. Quizá ayudaría a responder una de las preguntas más básicas para cualquier forma de vida inteligente en el universo: ¿qué es este lugar? Hay en particular una pieza del rompecabezas que los físicos esperan obtener de los residuos de las colisiones de alta energía del LHC; algunos la llaman la “partícula de Dios”.

El nombre que prefieren los físicos para la partícula de Dios es el de bosón de Higgs, partícula Higgs o simplemente el Higgs, en honor al físico Peter Higgs, de la Universidad de Edimburgo, quien propuso su existencia hace más de 40 años. La mayoría de los físicos cree que debe haber un campo de Higgs que impregna todo el espacio; el bosón de Higgs sería el portador del campo e interactuaría con otras partículas, así como un caballero Jedi de Star Wars es portador de “la fuerza”. El Higgs es parte crucial del modelo estándar de la física de partículas, pero nadie lo ha encontrado nunca.

El físico teórico John Ellis es uno de los científicos del CERN que están en busca del Higgs. Trabaja entre torres monumentales de artículos científicos que parecen desafiar las leyes normales de la gravedad. Tiene una melena gris y una larga barba blanca y, con todo respeto, parece que pertenece a la cima de una montaña en el Tíbet.

Ellis explica que el campo de Higgs es, en teoría, lo que les da masa a las partículas elementales. Ofrece una analogía: las diferentes partículas elementales, dice, son como una multitud de gente que corre en el lodo. Algunas partículas, como los quarks, llevan botas grandes que atrapan mucho lodo; otras, como los electrones, tienen pequeños zapatos que apenas recogen algo de lodo. Los fotones no usan zapatos, sólo se deslizan por encima del lodo sin recoger ni siquiera un poco. Y el campo de Higgs es el lodo.

Se cree que el bosón de Higgs es masivo en comparación con la mayoría de las partículas subatómicas. Podría tener de 100 a 200 veces la masa del protón. Por eso se necesita un colisionador tan inmenso para producir un Higgs: cuanto más energía haya en la colisión, más masivas serán las partículas resultantes. Pero una partícula gigante como el Higgs también sería, como todas las partículas de gran tamaño, inestable. No es el tipo de partícula que se queda por ahí para que podamos detectarla; en una fracción de una fracción de una fracción de segundo decaería formando otras partículas. Lo que el LHC puede hacer es crear un pequeño estallido de energía, compacto, del cual un Higgs podría surgir para existir durante el tiempo necesario y con la vivacidad suficiente para poder reconocerlo.

Construir un artilugio como el LHC para encontrar el Higgs es un poco como emprender la profesión de comediante esperando algún día hacer un número que no sólo parta de risa al público, sino que además sea un palíndromo.

Es posible bajar en elevador hasta el túnel del LHC si se usa un casco y se lleva una máscara de oxígeno para emergencias. Cuando estuve ahí me encontré con un gran proyecto todavía en proceso de construcción, con el ruido usual de los sopletes y las sierras metálicas. Los trabajadores estaban colocando imanes.

Ahora ya terminaron el proceso, e instalaron más de mil seiscientos imanes. La mayoría miden la mitad de una cancha de baloncesto y pesan más de treinta toneladas. Pero curiosamente, ninguno de estos imanes acelerará partículas. La aceleración provendrá de ondas eléctricas producidas por otro aparato que impulsará las partículas alrededor del anillo. El trabajo de los imanes será encausar a los haces de partículas para que se curven ligeramente alrededor del anillo. Muchas partículas que se mueven a una velocidad tan cercana a la de la luz tienen un solo propósito en la vida: continuar moviéndose hacia adelante. Por eso la trayectoria curva se consigue gradualmente y es la razón por la que la circunferencia del anillo mide 27 kilómetros.

Cuando las partículas choquen, producirán una lluvia de residuos a medida que su energía se transforme en masa. Los físicos no verán en esa lluvia al Higgs como tal, pero dos de los cuatro grandes experimentos que se llevarán a cabo con el LHC son capaces de registrar los residuos del Higgs desintegrándose: la señal delatora de que un Higgs se está descomponiendo. Se supone que sólo una colisión rara –una en varios billones– producirá un Higgs. De la mayoría de las colisiones no resultará nada de gran interés. La partícula –o más bien sus restos– aparecerá en las computadoras de un detector. La encontrarán buscando entre cantidades masivas de datos, que se miden en petabytes: miles de billones de bits. Uno de los grandes problemas que tiene el CERN es cómo decidir si han encontrado el Higgs. ¿Cuánta evidencia se necesita? Tienen dos experimentos que competirán por encontrar la misma partícula. ¿Anunciarán el descubrimiento logrado por uno de los experimentos incluso si el otro no lo ha confirmado todavía?

La relación entre el ATLAS y el CMS es como la de Coca-Cola y Pepsi. Trabajan en el mismo campo pero usando técnicas distintas. Y son muy competitivas. Cuando visité el ATLAS, Peter Jenni, el hombre que estaba a cargo, se enteró de que yo había visto antes el experimento del CMS. “Ahora verás algo más grande”, me dijo. Su voz tenía un tono que parecía insinuar “mi detector es mejor que el de ellos”. El CMS fue construido en la superficie y será bajado en varias piezas grandes por un ducto, hasta una caverna adyacente al túnel. Con poco tacto, le pregunté a Dave Barney, uno de los científicos del CMS, lo que pasaría si algo fallara y una parte cayera. “Eso no va a ocurrir –me dijo con ferocidad–. Es la peor cosa imaginable”.

Un cínico podría decir que esta investigación no tiene ninguna utilidad práctica, que puede haber mejores usos para todo el dinero y la inteligencia invertidos en esos cañones de partículas. Pero vivimos en una civilización moldeada por la física. Sabemos que las fuerzas que hay en los átomos son tan poderosas que, si fueran desatadas y dirigidas contra la humanidad, podrían destruir ciudades enteras en un instante. La computadora portátil en la que estoy escribiendo utiliza microprocesadores que no existirían si no hubiéramos descubierto la física cuántica y el estrafalario comportamiento de los electrones. Este artículo será publicado en la World Wide Web, que fue inventada por el computólogo Tim Berners-Lee en el CERN. Quizá lo esté leyendo mientras escucha su iPod, el cual no existiría si no fuera por algo llamado “magnetorresistencia gigante”. Dos físicos la descubrieron de manera independiente a finales de la década de los ochenta del siglo XX, sin pensar mucho en cómo podría llegar a aplicarse. Resultó crucial para fabricar pequeños aparatos electrónicos que usan discos duros magnetizados. Estos físicos ganaron el premio Nobel en 2007, y tenemos ahora un estupendo sistema de sonido más pequeño que una barra de chocolate Hershey’s.